O FILME DA RAINHA · LA PELÍCULA DE LA REINA


Efigênia Ramos Rolim es una mujer de 74 años que nació en un pueblo de Minas Gerais, Brasil. Vive hace 15 años en la ciudad Curitiba (Paraná), Brasil, para donde se mudó con sus nueve hijos y un marido enfermo. A los 60 años, después de haber enviudado y criado sus hijos, se transforma en una artista popular. Su mudanza personal sucede en un momento de desasosiego, cuando ve un objeto brillante tirado en la calle, y lo confunde con una joya. Lo toma del piso y descubre absorta que se trata de un papel de caramelo.

Efigênia se ve reflejadaen ese papel. La poetisa aflora. Se decide vestir con los restos de los papeles de caramelo que la gente tira en el piso. Así comienza sureinado. La reina del papel de caramelo.

Director de la película: Sergio Mercurio
Director de cámara y fotografía: Juan Pablo Urioste
Fotografía fija: Pablo González
Edición: Ana Fraile
Música original: Edith de Camargo
Post-Producción de sonido: Leandro Sabino
Entrenador doblaje: Gerardo Saavedra
Doblaje: Ieldis De la Serna
Traducciones: Carlos Bonfin y Rodolfo Salomón
Afiche: Aurelio Valdéz
Realización DVD: Adrián Steinsleger

viernes, abril 30, 2010

En las islas canarias

tomado de
http://www.festivaldetiteresdecanarias.net/fit2010/pages/articulo.php?id=46

Noticias
LA PELÍCULA DE LA REINA. Sergio Mercurio (El Titiritero de Banfield)
Publicado el: 30/Abril/2010
Wikio
Efigêmia Ramos Rolim, 74 años. Brasil. Sergio la filma y nos muestra su vida, la vida. En mi mente he creado a un Sergio que es una mezcla entre: Road Dahl, Roland Topor y Ken Loach. Sigo perplejo.
El envoltorio de los caramelos. Efigênia reconstruye su vida a partir de los envoltorios de los caramelos. Pero no, no es eso la película, ni Efigênia. ¿Qué me puso delante Sergio? Bueno, pues Efigênia y Sergio, ambos de mano, me ponen en la pantalla un espejo para verme. Entonces me invade un serio malestar de mi mismo. Porque me creo caramelo, pero tantas veces me sentí papel. Y ni eso, porque no fui capaz de ver en el papel toda su belleza, sus infinitas posibilidades, su brillante humildad, ni su longevidad. Esa mujer de 74 años y sus envoltorios de caramelos siento que me supera por delante, por detrás y por los lados en agilidad, perspicacia, inocencia, entrega, visión de la vida o creatividad.
"Sólo las pequeñas cosas son capaces de hacerse grandes". Y Efigêmia nos muestra una de esas posibilidades. Yo no sé si Efigêmia sabe leer, lo que intuyo es que no tuvo mucho tiempo para leer tanto como otros, ni manejar tanta información inútil. Esto viene porque ella me recordó al "Agujetas" un cantaor flamenco que decía: "para cantar flamenco no se puede saber leer, porque entonces lo dices todo mal". En el espejo de Egigênia me vi lector de mucho, ojeador de mucho, pero actor de demasiado poco. Y es que alguien que no recuerdo, ya lo decía: "si trabajas, pierdes demasiado tiempo para lo verdaderamente importante". Bueno, pues ni saber eso me sirve como excusa.
Luego Sergio nos explica cosas asombrosas de su encuentro con la hermosa dama brasileña. Y más asombroso aún el esfuerzo casi estéril por dar difusión a su cinta. ¡Pero si debiera ser de visión obligada en todos los institutos del mundo mundial!
Bueno, es muy tarde ya. El Festival de Títeres inicia su recta final. Alivio "mi mismidad" sabiendo que conozco a Efigênia y que a partir de ahora me recordará alguna de esas COSAS IMPORTANTES, como silbar, jugar, mirar el cielo, pensar de otro modo, mirar de otro modo, saber de otro modo. A ver si aprendo a atreverme un poco más, porque la comodidad, finalmente, mata.